DESAPARICIÓN EN VALLADOLID

La desaparecida de Traspinedo se conectó a las 5:40 de la madrugada y 10 minutos después se esfumó

Después de esa conexión recibió una llamada que no recibió respuesta porque su teléfono ya estaba apagado

La Guardia Civil investiga si el terminal pudo apagarse y volver a encenderse la misma noche y dónde estaba en su última conexión

Fuentes de la Benemérita desmienten que la Comandancia de Valladolid rechazara la intervención de la UCO en el caso

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Traspinedo
Los investigadores han podido acotar la última hora de conexión conocida de Esther López.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Los horarios son fundamentales para respaldar o refutar las versiones de las personas relacionadas con la desaparición de Esther López el pasado 12 de enero, y para cuadrar esos horarios los datos del teléfono móvil de la mujer de Traspinedo, desaparecido junto con ella, son una herramienta fundamental. Los investigadores son capaces de precisar que a las 5:40 de aquella madrugada Esther accedió a alguna de las aplicaciones que había en su teléfono. Por el momento no es prudente revelar si se trató de mensajería instantánea, redes sociales o navegación por Internet. Lo cierto es que esa fue la última actividad detectada atribuible, con reservas, a la desaparecida.

Tras esa última conexión el teléfono de Esther recibió una llamada telefónica. Eran las 5:50 de la madrugada, pero esa llamada no obtuvo tono porque el terminal ya estaba apagado. Ahora, si se marca el número de Esther, éste vuelve a estar operativo, o más bien la copia que está usando la Guardia Civil, que es lo que le está permitiendo averiguar datos tan concretos como el que hoy revela OKDIARIO.

Otra de las pesquisas en las que se centran los responsables de la investigación es en tratar de datar los momentos de actividad digital de la desaparecida esa noche: cuántas veces se conectó, para qué y desde dónde o si en otros momentos su terminal llegó a estar apagado para luego encenderse son asuntos prioritarios en el caso.

Si Esther salió del pueblo de Traspinedo sobre las 02:30 de la madrugada y su teléfono registró actividad hasta las 05:40, ¿significa que la joven estuvo en buen estadio y usando su teléfono de manera normal durante esas tres horas? No es demostrable, pero fuentes cercanas al caso aseguran que ese último uso del terminal sí lo hizo la propia joven por una serie de datos de la actividad que así lo demuestran. De hecho, la primera vez que este periódico tuvo acceso a esta información fue con una frase muy reveladora: “Creemos que Esther se encontraba bien sobre las seis de la mañana del día de su desaparición”.

Una sola antena en Traspinedo

Ahora los agentes no sólo saben cuándo usó su terminal Esther por última vez, sino dónde estaba y si cerca de ella había algún otro terminal conocido por la investigación, un dato éste último que si bien importante no tiene por qué resultar definitivo. Es un avance contra con una réplica del número de Esther porque hasta ahora sólo podían orientarse con la única antena de telefonía móvil que da servicio a los vecinos de Traspinedo y alrededores.

Las dos personas que estuvieron con Esther aquella noche podían estar o no en sus casas a las horas de las conexiones de Esther, que si sus teléfonos no estaban junto al de la joven desaparecida no se les podría vincular a los instantes previos a su desconexión total. Para colmo, ambas personas, viven solos, uno de ellos Aún así, entre otras cosas, los agentes sí han podido desmontar parte de la versión que ambos dieron sobre qué itinerario siguieron al salir del pueblo.

Pese a que ambos aseguran que Óscar, el amigo de Esther que dice haberla dejado en la carretera, condujo desde Traspinedo hasta La Maña, restaurante junto al que vive Carlos, los datos de los investigadores apuntan a que “estuvieron en otro lugar antes de esa parada”.

Por cierto, hablando de La Maña, negocio de la familia de Carlos, el acompañante, este periódico ha sabido que sus dueños están colaborando activamente en la investigación: han puesto a disposición de los agentes los vídeos de sus cámaras de seguridad y han explicado qué relación mantienen ahora mismo con Carlos, quien habita una casa cerca del local, separado del resto de la familia. Al parecer el hombre ya no trabaja en el negocio familiar desde que hubiera un problema en el trabajo de índole económico y del que él fue responsabilizado.

Fue esta persona la que situó en el mapa de la investigación a Ramón, El Manitas, el único detenido hasta ahora. Y es esta persona la que dijo no haber vuelto a hablar ni con Ramón ni con Óscar, el conductor, tras desaparecer Esther. Y eso no es verdad. Por contradicciones como esta es por lo que estas personas son cruciales en el caso. Ahora lo importante es saber si la última vez que Esther se conectó estaba en algún lugar en el que también se pueda probar la presencia de alguna de estas tres personas, porque si es así entonces tendrán muchas explicaciones que dar.

El tiempo corre para los agentes de la Comandancia de Valladolid, de los que en los últimos días se ha llegado a decir que rechazaron la intervención de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Fuentes consultadas por OKDIARIO desmienten tajantemente este extremo y piden respeto hacia el trabajo de los agentes vallisoletanos. Lo único importante para todos ellos es encontrar a Esther y darle así descanso a su familia.

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